viernes, 10 de septiembre de 2010

Capitulo 2. ¡Tengo sentimientos!

Como estoy de muy buen humor (y para crear mas suspenso), voy a subirles el segundo capitulo, diganme que opinan, gracias.
Capitulo 2.
¡Tengo sentimientos!
15 de diciembre.
Todo sigue igual, hoy le conté toda la verdad al Sr. Dohuane. Me hizo dar cuenta de algo; soy, verdaderamente, muy infeliz. Todo lo que me pasa es bastante horrible. Necesito un amigo de verdad. Tal vez también trate de realizar mi mayor sueño, ser una escritora famosa. Eso sería genial, pero empecemos por lo más fácil.
También me hizo pensar mucho en la felicidad de Pedro y en Morena, ellos tienen apenas unos 12 y 13 años (y si a mi, que tengo 15 me cuesta, ni me imagino a ellos), voy a ayudarlos a ser felices, conseguiré un empleo. Los llevaré a cenar, para que no tengamos que hacerlo con mamá y papá y los llevaré a pasear, para despejarnos. “Si la felicidad no aparece, hay que buscarla.” Mi nuevo lema. Es más, ahora mismo voy a ir al parque con ellos.


Me fui a buscar a Pedro y a Morena, que, seguramente, estaban en la “casa del árbol” que habían construido para “protegerse” de las peleas de mamá y papá.
En efecto, allí estaban.
- ¡Hola Pee! ¡Hola Moree! -saludé alegremente-
- Hola -dijeron a coro-
- ¿Por qué tan contenta?
- Sí. ¿Es que no sabes lo que está pasando allá abajo?
- Lo sé, Pedro. Es que decidí que quiero tratar de ser feliz como pueda, es obvio que nunca tendremos la vida familiar que deseamos y que merecemos, pero podemos intentar llevarnos bien entre nosotros y confiarnos cosas, después de todo, somos hermanos.
- Somos adoptados -repuso Morena -. No somos hermanos.
- No de sangre, pero sí de corazón -le dije, pusieron cara de no estar todavía muy convencidos-. ¡Vamos! ¡Vamos a divertirnos mucho! Puedo ser una buena amiga si me dejan, sé que antes ni hablábamos, pero de verdad quiero mejorar mi vida y creo que esta es una buena forma. ¿Qué dicen? -puse cara de perrito mojado-
- Por mi está bien -dijo Morena -
- Sí. Es una buena idea -dijo Pedro-.
- Genial -dije y fui a abrazarlos-. Los quiero -dije estrechándolos en mis brazos y aplastándolos contra mi-.
- Nosotros también… -dijo Morena-
- …Pero no estamos ahogando -terminó Pedro-
Yo los solté.
- ¿Qué tal si empezamos yendo a la plaza? ¿Qué opinan? -pregunté-
- Dale -dijeron-.
Nos bajamos de la casa del árbol y juntos nos fuimos a la plaza. Me había arreglado más de lo normal, quería ver si me podía hacer alguna amiga o algún amigo. Estaba cansada de estar tan sola todo el tiempo, además, detestaba darle lastima a la gente.
- Liz, ¿Podemos ir a los juegos? -preguntó Morena, señalando unas hamacas con un tobogán al lado-
- No nos alejaremos -sonrió Pedro, mientras yo me sentaba en uno de los bancos-.
- Claro -sonreí, esas eran las cosas que me daban gusto hacer, a More y a Pe nunca los habían llevado a un plaza, tenían 12 y 13 años, sí, pero sus padres eran muy particulares, no salían de casa y cuando hablaban, se insultaba y se peleaban.-
¡Pero ellos dos! Ellos eran lo mejor, mi alegría, mi razón de vivir, por ellos podía sonreír y disfrutar (lo que podía, teniendo una vida tan complicada). Por ellos sobrevivía de tantos golpes. Solo por ellos.
La verdad era que se habían llevado bien desde que nacieron, eran muy buenos amigos. Recuerdo una vez, que Morena contó que tenía un nuevo novio, Pedro lo invitó a la casa del árbol, para ver si lo aprobaba o no, Morena le dijo que no, que era una locura, pero al final el chico fue a la casa del árbol a charlar con Pedro, que, por suerte, lo aprobó, porque si no se armaba un lío terrible. Tiempo después me enteré que ellos habían terminado, Morena estaba muy triste y Pedro se la pasaba atrás de ella consolándola y diciéndole que nadie era lo suficientemente perfecto para merecerla, me morí de amor al oírlo. Él si tiene novia, su nombre es Paula, y creo que es la única persona a la que ama tanto como a Morena y a mí. Ella es de verdad muy bonita, tiene una larga cabellera castaña y enormes ojos verdes, a pesar de tener 12 años y medio, tiene una hermosa figura. Hacen una pareja estupenda. Paula es como la tercera hermana que no tengo, aunque en realidad es mi “cuñada”. Ellos (Pedro y Paula) dicen que tienen planes de casarse y tener hijos. Escuché a Pedro decir que cuando tenga hijos, les iba a dar un buen trato y no los iba a tratar de la horrible forma de la que lo tratan sus padres a él. Al escuchar eso se me deshizo el corazón. Mis personas más cercanas (maestros buena onda o algún tío o abuelo), creen que tengo el corazón de piedra y debe ser cierto, en general, soy una persona muy poco demostrativa. Pero tengo sentimientos…
¡Tengo sentimientos!
Una lágrima corrió por mi mejilla y me la sequé lo más rápido posible.
Alguien se sentó a mi lado.
- ¿Te encuentras bien? -preguntó-

2 comentarios:

  1. Geniales capitulos lei los 2 estas fabulosos :D
    espero escribas mas

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  2. OLAA ya leei los dos capituloss
    q dramattikoo pero me gustaa
    sigue escribiendo se ve que esta padre la historiia bueno saludos bye

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