martes, 21 de septiembre de 2010

Capitulo 11. La noche es jóven... y nosotros también.

Mmm... no sé si no estoy escribiendo para el aire. Desde hace mucho que nadie comenta nada, ¿siguen leyendola o no? Si dicen que no, no se preocupen, diganme lo que debería cambiarlo y yo lo hago, lo prometo :)
Pero contertenme, me estoy volviendo LOCA.


Capitulo 11
La noche es jóven… y nosotros también.


Cuando terminamos, Justin le pidió la cuenta al mozo a través de señas. Pronto él (el mozo) llegó con un papel en la mano. Justin pagó sin decir ni una sola palabra y yo también me callé, no lo quería hacer quedar mal.
- ¡Hagamos algo! -propuso felizmente cuando salimos del restaurante-
- Justin… no lo sé… -dudé-
- ¡Vamos, Liz! La noche es jóven! -intentó convencerme-
- Diciendo “la noche es jóven” me haces acordar a mi abuelo… -reí- No lo digas más…
- Si venis conmigo, no lo digo más, ¿aceptas? -me miro haciendo puchero-
Miré de reojo mi reloj y reaccioné… ¡9:30! ¿Por qué no aceptar su propuesta? ¿Cuántas veces el chico al que más quería me iba a rogar que estemos juntos un rato más? ¡Ni siquiera sabía si eso se iba a repetir!
Además, aunque no sepa a donde me va a invitar ahora, tal vez, reciba mi primer beso. Me gustaría tener mi primer beso ahora, acá, con él. Mis amigas (o por lo menos las falsas amigas que había tenido en alguna época), decían que yo era demasiado anticuada y aburrida… ¿La razón? Nunca había querido besar a ningun chico. Siempre dije que era porque todos eran unos inmaduros, infantiles, etc., pero solo yo sabía la verdadera verdad… Ellas creían que yo tenía un agujero negro en el lugar donde debería estar el corazón, creían que era una insensible; en realidad, era lo contrario. Mi primer beso no había llegado porque yo no había querido, ¿anticuada?, ¿aburrida?, no, yo diría que más bien romántica… Sí, sé que es difícil imaginarme romántica, pero lo fui. Nunca quise tener mi primer beso porque quería que sea especial, ofertas sí había tenido, por montones, pero no había aceptado ninguna, ya que nunca me había enamorado con el alma.
Entonces esperaba tenerlo ahora, con este chico que (en tan poco tiempo) me había robado el corazón.
- Claro. Vamos. -acepté-
Él mostró otra vez esa sonrisa que me alegraba tanto.
- Pero… ¿A dónde vamos? -pregunté-
- A la playa… -dijo y me condujo hacia esa playa que estaba en frente del restaurante-
- Buena idea… -murmuré-
- Liz... -susurró en mi oído, mientras caminábamos por la orilla bajo las estrellas-
- ¿Qué, Justin? -pregunté, también en susurro-
- Te… te quiero… -me susurró, dejando que la palabras fluyan-
- Justin… -susurré incómoda, tras su declaración-
- ¿Qué, Lizzie? -preguntó en susurro suavemente-
- ¿Por qué decimos todo en susurro? -traté de cambiar de tema-
- No lo sé… Pero así es más lindo…
- Justin, me duele el tobillo… ¿Podemos sentarnos? -pregunté, ya que caminar me estaba costando-
- Claro. -nos recostamos en una montaña de arena, o como se la podría llamar; duna-
- Que lindo… -dije-
- Gracias -dijo en broma-
- ¡No, tonto! -reí- No solo vos, estaba hablando de esto… mirar las estrellas de noche, acá en la playa… -dije suavemente-
- Creo que no se puede mirar las estrellas de día, linda. -me besó la frente-
Reímos.
- Pero hablando en serio… es raro… Hace unos meses nunca me hubiese imaginado que iba a estar acá… así… tan contento…
- Sí. Hace años que no sonreía como lo hice hoy.
- Quiero que nos volvamos a ver… -dijo con seguridad-
- Yo también. -dije-
- Entonces, ¿aceptas ir a Rockland, un lugar que está lleno de videojuegos, pasado mañana conmigo?
Dudé. No podía volver a dejar solos a mis hermanos.

Capitulo 12, adelanto.

- Me descubriste, lo admito. -sonreí- Lo que pasa es que vivo con miedo de todo lo que me rodea. Para que nadie pueda lastimarme me hago la fuerte, pero no soy así -dije-.
- Cuando estes conmigo nadie te va a hacer nunca daño. -volvió a besarme la frente-Ese comentario me volvió loca. En realidad, él me volvía loca, pero ese no es el punto.

En esa noche me había dado cuenta de algo. Esa que estaba allí acostada, no era un “extraña”, era yo, yo hace unos años, antes de que me rompan el corazón, me abandonen y desilusionen. Solía ser así de feliz. Solía sonreír de esa forma. Solía hacer reír a la gente. Pero como me lastimaron olvidé que yo era así de alegre.

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