domingo, 19 de septiembre de 2010

Capitulo 9. Un restaurante de lujo.

Hola, les escribo para decirles que... ¡no se preocupen! Yo sé que por ahora la historia no presenta ningun problema y es medio... tonta. Pero en cualquier momento va a pasar algo que va a hacer de la novela algo mas entretenida. Lo prometo. Solo tengan algo de paciencia. Gracias por todos esos comentarios tan alentadores, las quiero, chauu!

Capitulo 9
Un restaurante de lujo.

- Como digas, igual, ni bien nos sentemos te lo voy a mirar a ver que tenes. Si en algun momento te duele mucho, avisame -dijo-. ¿Lo prometes?
- Lo prometo -sonreí con dificultad-
- Bueno, genial, ahora vamos.
- Ok -intenté caminar pero me caí sobre él-
- Lo sabía -me miró, él me había atajado y me estaba cargando como un príncipe a una princesa, sí, exacto, este era como mi propio cuento de hadas-.
- Perdón. Es que no quería arruinar todo. -sonreí inocente- Además no creo que sea muy grave. Solo me lo doblé, nada más.
- ¿Queres volver a casa? ¿Queres dejar la cita para otro día? -preguntó-
- No. Por favor no -rogué-. Si vuelvo a casa, mamá y papá me van a ver así y se van a poner a gritar como siempre, además, Pe y More se preocuparían y no quiero eso…
- Bueno, hoy, vas a ser como una princesa. -sonrió- Vamos a algun lugar que podamos estar sentados tranquilos. Mmm… -dudó- ¡Ya sé a donde podemos ir!
- ¿A dónde?
- Ya vas a ver… Eso sí, vamos a tener que tomar un taxi porque si no, me va a agarrar un dolor de espalda horrible…
- Dale -reí-
Paramos uno de los taxis y entramos en el. Justin le dijo en secreto la dirección al taxista.
- Supongo que te diste cuenta que no soy muy suertuda.
- ¿Por qué decis? -preguntó- ¿No es una suerte estar acá conmigo?
- ¡Nooo! No hablo de vos… Decía eso porque esta nublado, aunque no llueve, está nublado, entonces, gran parte de las posibilidades de cosas para hacer, se van. Y, además, me lastimé el tobillo, lo cual también nos saca gran parte de las cosas que quedaban para hacer, digamos que, no tengo mucha suerte.
- Cierto. Pero de todas formas, hoy lo vamos a pasar genial. Lo prometo. -sonrió-
- Nunca lo dudé, Justin. -sonreí- Pero decime, ¿A dónde vamos a ir? -le pedí-
- Sor-pre-sa! -dijo- Aguantá, no falta mucho!
- ¡Pero odio las sorpresas! -me quejé y el me miró con cara de desaprobación-. Lo sé, “no falta mucho”. Espero, espero.
Cuando llegamos, vi un lujoso restaurante en frente nuestro.
- ¿Acá vamos a comer? -pregunté sorprendida-
- Sí.
- Ah. -dije- ¿¡Y como diablos se supone que vamos a pagar esto!? -pregunté alterada-
- Yo invito. -dijo-
- No. Simplemente, no. No puedo dejar que hagas eso, no puedo, está mal, ¡debe ser carísimo!
- Sí, lo es. Pero en este momento tengo el dinero y te lo mereces, así que no te preocupes y solo disfrutá.
- Mmm… -dudé- Bueno, está bien.
- Genial, entremos.
Apoyándome en él, entramos en el restaurante y nos sentamos en una mesa que estaba al lado de un a ventana con vista a una hermosa playa.
Se hizo un silencio.
- ¿Qué vas a pedir? -preguntó, y me sentí totalmente agradecida. El silencio solo me ponía más nerviosa-
- Mmm… creo que milanesa con papas fritas, me inclino por lo tradicional, además, es mi comida preferida… -sonreí- ¿Vos que vas a pedir?
- Yo voy a pedir lo mismo que vos, también es mi comida preferida…
- ¿Qué color te gusta más? -pregunté-
- El azul, ¿a vos?
- El rojo -respondí. Justin -reí-, no sé que más preguntarte.

Capitulo 10, adelanto.

- ¿Te pasa algo, Justin? -pregunté- Estas perdido, tenes como la mente en otra cosa, en otro lado.
- No. Sí, más o menos.
- Ah… -reí- ¿Me podes decir?
- Claro, es solo que… no sé, parece todo tan… irreal. Nos conocimos recién ayer y ya siento que te…
Estaba incómodo, lo pude notar perfectamente.


- Yo nunca te… digo, yo nunca le haría eso a ningun chico -dije, confundiéndome en lo mismo que se había confundido él antes y sonrojándome, como se había sonrojado él antes-
Antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada más, llegó el mozo con las bebidas y las comidas.
- Gracias -le dijimos Justin y yo, en parte por la comida y en parte por haber interrumpido esa conversación tan vergonzosa-

No hay comentarios:

Publicar un comentario