jueves, 30 de diciembre de 2010

Perdón, pero...

...no voy a poder subir nada hasta volver de viaje.
Espero que no se enojen, es que no tengo los caps. en esta compu.
Beso, Pau.

martes, 28 de diciembre de 2010

Capitulo 49.

Acá el 49, espero que les guste.

Capitulo 49.

Y… solo más malas noticias.

- Se van a separar…

- …dijeron eso. No mejoró todo como creíamos. Papá está durmiendo en el sillón. No tiene donde ir.

- ¡No! ¡No puede ser!

No podía parar de llorar. Por mi mente pasaban imágenes familiares, ¿cómo se suponía que me tenía que imaginar separadas a dos personas que habían estado juntas toda mi vida?

Ahora… muchos de mis sueños iban a ser imposibles.

Me pregunté como podían dormir sabiendo que a su lado solo había un lugar vacío.

Me pregunté como iban a hacer, viviendo de más viejos, solos.

Me pregunté, en lo más profundo de mi mente, si esto no iba a ser lo mejor.

Murmuré un “ya vengo” y bajé corriendo las escaleras. Rogué porque Jeydon siguiera ahí.

Efectivamente, estaba ahí sentado en su auto con el ceño fruncido.

Creo que se pegó un buen susto cuando fui con él, corriendo y llorando.

- ¿Esto es… por lo nuestro? -preguntó desesperado-

- No. Mis papás van a separarse. No puedo creerlo. Me esperaban mis hermanos con la noticia.

- Que mal, que mal, mi amor. Todo va a volver a estar bien, mi vida. Ya vas a ver que dentro de un tiempo, cuando no peleen más, y cada uno tenga su casa, va a estar todo mejor que ahora, mejor que antes incluso.

- ¿Me lo prometes? -pregunté algo teatralmente-

- Prometido.

- Andá con tus hermanitos, dale.

- Te necesito, Jeydon, por favor, vení conmigo.

- Si así lo queres… -me di cuenta que no se encogió de hombros porque yo estaba de verdad angustiada. ¿Cómo podía él saber lo que se sentía?-

Eso le pregunté. Y ahí sí se encogió de hombros.

- Mis tíos, fueron como mis segundos padres, y cuando se separaron… dolió.

- Oh.

La angustia seguía marcada en mis ojos, de los que desbordaban lagrimas.

- Vamos con ellos.

Subimos las escaleras.

Ellos seguían allí. Por el rabillo del ojo, vi que Jeydon se moría de vergüenza, y que More y Pe, me miraban algo sorprendidos.

¡No! Ellos no sabían nada sobre mi nuevo novio. Después de Justin, no les había contado nada. Oops… Se me había pasado por completo.

- Hola…

- Hola.

- Lamento mucho esto… -Jeydon quería que la tierra se lo tragase-

More enterró la cabeza en el hombro de Pedro.

- Jeydon, ellos son Pedro y Morena, mis hermanos…

Con su sentido del humor habitual, mi hermano me interrumpió.

- Ella es Morena, y yo Pedro, no confundas.

Se rieron los tres, y yo estaba incrédula.

- …y, chicos, él es mi… -dudé- novio, Jeydon.

Al mencionar la palabra, él me miró.

Supuse que decidió que de eso hablaríamos en otro momento, cuando todo el drama y la tristeza hubiera pasado.

Sabía que me esperaba otra mala noticia, pero no era momento de pensar en ello.

Pasó un rato hasta que alguien decidió volver a hablar.

- ¿Cómo fue? -preguntó JeyJey-

- No lo sé. De repente mamá grito que quería divorciarse y papá quedó boquiabierto, ahí yo salí corriendo, pero Pe se quedó un ratito más, ¿qué pasó después?
- Fue increíble. Primero, hubo un silencio sepulcral y después creo que fue como la primera vez en veinte años que se hablaron sin gritarse. Era impresionante. Se fueron a sentar en el sillón, mamá pidió disculpas por haberle hablado así y papá le pidió disculpas por haberle gritado. Se perdonaron y mamá le dijo que sí quería divorciarse, que no lo había dicho nada más para que se calme todo. Ambos estaban tristes y lloraban. Él ofreció dormir en el sillón, dijo que pronto se iría. Hizo unas valijas y se acostó en el sillón. Supongo que se irá mañana al mediodía.

Nadie dijo nada.

- No se me había ni cruzado por la mente que algo así podría pasar.

- A mi tampoco -coincidió More-. Además… papá no tiene adónde ir.

- Por eso no te preocupes, ya va a encontrar algun lugar.

El siguiente silencio fue interrumpido por More.

- Perdón, chicos, pero quiero ir a dormir, no doy más. Demasiadas noticias sorprendentes para un solo día -rió-. Es en serio. Voy a dormir.

Se levantó y caminó hacia el cuarto que compartía con Pedro.

Ella se levantó y salió de la habitación.

- Voy a ir con ella. La conozco, no está bien. Me necesita… -suspiró y se estiró. Varios de sus músculos sonaron- Wow. Tiene razón, estoy fusilado, muchas noticias para un solo día. Bueno… hasta mañana, Liz. Nos vemos, Jeydon -le sonrió y creí ver que le guiñaba un ojo-.

Pronto me fui quedando dormida, todavía en brazos de Jeydon.

Mi último pensamiento fue… “tal vez… Jeydon tenga razón y… a partir de ahora todo esté… mejor”.

Intenté dormirme con eso en mente.

Capitulo 50, adelanto.

- ¿Hola?

- Hola, Liz. Soy Caitlin. En serio quería seguir en contacto con vos, no era ninguna broma.

- Oh, yo también quiero.

- Sí… eh… Jey me contó que planeaba terminar con vos porque te gustaba otro chico, no me quiso decir quien -su directa declaración estuvo entre sorprenderme y molestarme-

- Ah. Te contó.

- Sí… -silencio incómodo- Entonces, te quería invitar a una fiesta de chicas solteras. Solo chicas. Para conocer a otros chicos.

- ¿Y… Justin?


- Entonces somos… ¿amigos? -mascullé la palabra disgustada-

- Así parece.

Le di un beso en los labios.

- ¿Y eso, amiga?

- Beso de despedida, amigo.

- Oh…

lunes, 27 de diciembre de 2010

Capitulo 48. Malas noticias.

A ver.. Creo que les debo unas disculpas: 1., porque hace mucho que no subo capitulo y dentro de bastante tiempo no voy a poder subir, ME VOY DE VACACIONES casi todo el verano y no tengo casi nada de tiempo. Y 2., por dejarlas con la intriga! JAJAJAJAJAJ. Estoy muy contenta de tener varias lectoras más y espero que les guste el capitulo. Pero... la intriga continúa. Ni sueñen con que les adelante algo.
Chicas, les quería volver a decir que no tengo casi nada de la 2 parte, solo el 1 capitulo, así que me van a tener que tener una paciencia infinita.

Capitulo 48

Malas noticias.

- Bueno… se hizo tarde -informó Jeydon cuando dejamos de reír-, no es que me agrade mucho la idea, pero tenemos que volver a casa.

- Creo que tiene razón… vamos -dijo Just-.

- ¿Te llevo? -me propuso Jey-

- Si podes…

- Sí, sí.

Estábamos ahora como en dos conversaciones diferentes. Yo miraba a Jey, Jey me miraba a mi. Cait miraba a Just, Just miraba a Cait.

- Cait… ¿Vos queres que te lleve?

- Claro, gracias.

Los cuatro dimos vuelta la cabeza, para mirarnos unos a otros.

- Chau, chicos -dijo Cait-. La pasé muy, pero muy bien hoy con ustedes. Tenemos que repetir esto.

- Definitivamente -confirmé-. Estuvo divertido.

- Sí…

- Bueno, chau.

- Chau -yo y Jey hablamos a coro-.

- Chau.

Nos fuimos caminando hacia el auto.

- Te tengo que decir algo -dijimos al unísono, y después reímos-. Decime vos. No, vos -seguimos todavía hablado juntos-.

- No, no, dale vos.

- No, yo espero. Hablá vos.

- Bueno… Ay, Liz. Esto cuesta. Te quiero mucho, ¿no? ¿Lo sabes? -asentí con la cabeza: ese comienzo era preocupante- Bueno… no quiero que estemos más juntos -eso, simplemente, rompió mi corazón-. Vos acabas de ver a Justin, y… esto es incómodo. No quiero sufrir, no quiero que él sufra, y, mucho menos, no quiero que vos sufras, por nada del mundo. Entonces lo mejor va a ser terminar hasta que tomes una decisión, porque si lo elegís a él, y tenes que terminar conmigo en el momento, va a ser horrible para los tres.

Cuando me di cuenta; estaba llorando.

- No llores, no llores -me tranquilizó-. Te quiero, está todo bien. Seguimos como amigos. Te quiero -me limpió unas lagrimas con un beso-, ¡mirá lo que hago! Esto significa que te quiero mucho, más de lo que te podrías imaginar, mi amor.

- Son lagrimas de sorpresa. Es que… estoy incrédula. No puedo creer que estes terminando conmigo, de verdad creí que me querías.

- ¿No me escuchaste? Sí que te quiero. Es que no quiero que te lastimes más. Para cuando tengas que elegir, estaremos mejor. Me lo vas a agradecer. A mi también me cuesta hacer esto, y mucho. Pero… es necesario.

- ¿Ne… necesario?
- Sí. Ya vas a ver.

- Entonces… ¿terminamos?

- Así parece…

- Entonces si queres podes no llevarme a casa, supongo que eso va a hacer que todo sea un poco más difícil.

Sonrió con ternura y me secó las lagrimas.

- No, sí quiero acompañarte a tu casa, seguimos amigos.

Estuvimos un rato en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos.

- Ya le dije a Justin -murmuré-.

- ¿Qué?

- Que le dije a Justin de esta situación que tengo que elegir.

- Ah. Mejor. Así que él ya sabe.

- Sí, y me dijo exactamente lo mismo que vos. Que bronca. Quería que se enoje, que me insulte. Ese apoyo que me dan me hace sentir pésimo. Más cruel todavía.

Me dio un besito en la coronilla.

- ¿Eso es lo que me querías decir antes?

- Sí.

Llegamos hacia donde estaba el auto, y él empezó a manejar. Todo el camino fue desesperantemente silencioso.

- Acá es. ¿Te acordas?
- Como olvidarlo -sonrió-.

No pude evitar reír.

Me sorprendió (y asustó también) el extremo silencio que había en la casa. No era muy tarde. A esa hora se suponía que seguían gritando.

Entré sola, me pareció mal pedirle a Jey que entre porque estaba asustada de mi propia casa.

Nos despedimos con un “chau” y un beso en el cachete.

Noté que él también estaba algo sorprendido por el silencio. No escuché su motor arrancar ni cuando se metió en el auto, ni cuando cerré la puerta, ni cuando fui escaleras arriba.

En mi cuarto hoy un llanto acallado.

- ¿Puedo pasar? -toqué la puerta-.

- Pasa -escuché la voz triste de mi hermano, y eso hizo que me preocupe más. Él nunca dejaba que lo vieran llorar, pero pude notar que ahora lo hacía-.

Empujé la puerta y la imagen era triste, pero conmovedora.

More le apoyaba la cabeza a Pe en el hombro y este la rodeaba con el brazo.

Cerré la puerta y corrí con ellos.

- ¿Qué pasó, chicos? -no hubo respuesta- Ey, calma, no puede ser tan terrible -me lo decía a mi misma, ¿qué estaba sucediendo?-, cuentenme.

Ellos se miraron y More explotó de nuevo. No podía ni hablar.

No supe si por la desesperación, o la impotencia, o la tristeza de verlos mal, me largué yo también.

- ¿Qué pasa, chicos? ¡¡Díganme!!

- Mamá y papá…

- ¿Qué pasa con ellos?


Capitulo 49, adelanto.


Subimos las escaleras.

Ellos seguían allí. Por el rabillo del ojo, vi que Jeydon se moría de vergüenza, y que More y Pe, me miraban algo sorprendidos.

¡No! Ellos no sabían nada sobre mi nuevo novio. Después de Justin, no les había contado nada. Oops… Se me había pasado por completo.

- Hola…

- Hola.

- Lamento mucho esto… -Jeydon quería que la tierra se lo tragase-


El siguiente silencio fue interrumpido por More.

- Perdón, chicos, pero quiero ir a dormir, no doy más. Demasiadas noticias sorprendentes para un solo día -rió-. Es en serio. Voy a dormir.

Se levantó y caminó hacia el cuarto que compartía con Pedro.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Capitulo 47. Confesión e incredulidad.

A ver, a ver... Espero que esta vez Blogger se porte mejor conmigo, y no me haga trabajar mucho intentando arreglar el desastre que me hizo con el capítulo (como lo hizo con el anterior). Otra cosa, quería preguntarle a mi queridísima lectora (XD)... ¿Qué es lo que te confunde? No me ofendí, claro que no, pero quedando tan pocos capítulos dudo que ahora se te "aclare". Decime que es lo que no entienden (si alguna otra tiene dudas, que también me lo ponga por comentario) por comentario (o un mail a aboutmyseelf@hotmail.com) y te la respondo en el próximo cap., o por mail.
Gracias.. Pau.

Capitulo 47

Confesión e incredulidad.

- Muy feliz.

- Es una gran persona.

- Lo sé -sonrió, enamorado-.

Llegamos en silencio a la pizzería.

Me moría por hacerle varias preguntas, pero al mismo tiempo, ¡temía tanto las posibles respuestas!

- ¿De muzzarela? -preguntó-

Sí, no era la pregunta que pensaba hacerle precisamente.

- Eh… sí, claro.

- Bueno, una pizza de muzzarela grande.

- Ahora les traigo -el tipo se fue adentro de la cocina-.

Volvió unos 10 minutos después, y lo maldecí, quería más tiempo para estar con Just a solas.

- Creo que no estamos hablando mucho, ¿Qué pasa? -preguntó cuando volvíamos a la playa-

- Sinceramente, no lo sé.

- Somos increíbles -bufó, pero con una risita-.

- ¿Por qué? -pregunté algo sorprendida-

- Nos queremos, nos gustamos y lo sabes, y cuando estamos juntos… ¡ni hablamos!

Me dejó pasmada de sorpresa.

- Somos medio idiotas, cierto. Eso te lo concedo.

Ni hablar.

- Vos me ibas a decir algo antes de que llegaran Cait y Jey.

- Sí… no, no, ya me olvidé lo que era -forcé una risa, pero se mezcló con el tono nervioso e histérico de mi voz y salió algo raro-.

- No te creí, pero hagamos como que sí, porque quiero que todo termine bien.

Le agradecí en mi fuero interno.

- Siento la necesidad de decirte algo. Perdón por hacer esto, sé que lo odias.

- ¿Qué pasa, Just?

- Te quiero, te quiero muchísimo, vos misma me dijiste que cuando yo te quiera de vuelta conmigo, no ibas a estar, y aun así te dejé ir, porque soy un imbécil, pero te quiero mucho, no sabes cuanto. Me encantaría que todavía me ames, y sé que eso no es posible. Encima, temo lastimar a Caitlin, y también Jeydon me da lástima. Pero lo que siento cuando estoy cerca tuyo, no son solo mariposas, es más como un tornado, me mata verte. Me vuelvo loco, se me pone la piel de gallina, daría lo que sea porque fueras mía. Lo que sea… -habló precipitadamente, y yo hice todo mi esfuerzo por entender lo que decía-

Pero las palabras no terminaban de ser comprensibles para mi. ¿Me quería? Imposible.

- ¿Co… cómo?

- Me pones como loco, te adoro, te quiero conmigo.

Me abrazó por la cintura y me estrechó contra él. Me deshice se su abrazo delicadamente.

- Yo también. Pero también muero por Jeydon, y, sinceramente, no sé a cual quiero más. Lamento mucho tener que hacerles esto, creo que es terrible, pero no hay otra forma de salir de ésta. Voy a hacer todo lo posible por no hacerlos sentir demasiado mal, pero va a costar. Cuanto lo siento… -suspiré y me abrazó más fuerte-

- Ojalá pudiera hacer algo para que te sientas mejor.

Eso, solamente logró hacer que me sienta un poco peor.

- ¡No! Ojalá yo pudiera hacer algo para que ustedes no se sientan mal. Yo esto me lo merezco.

- Eso no es cierto -besó mi pelo-. No te mereces nada malo -conservaba la calma-. Y apuesto a que Jeydon coincide conmigo en que te podes tomar tu tiempo, sin presión, sin culpa. Estoy seguro de que él está de acuerdo conmigo con que vos tenes que elegir al que quieras, y que el otro va a soportarlo, y que hasta va a poder seguir siendo tu amigo.

- Eso mismo dijo, y me parece mal.

- No, no. Está perfectamente bien. El tema se cierra por ahora -me cortó antes de que puedo interrumpir-, basta, después seguimos, ahora tengo demasiada hambre.

- Yo también.

Seguimos caminando y llegamos a la playa hablando sobre música muy animadamente.

Ellos ya estaban ahí con las bebidas, sentados arriba de una lona riendo y conversando. Lo pasaríamos genial.


Capitulo 48, adelanto.


- Ya le dije a Justin -murmuré-.

- ¿Qué?

- Que le dije a Justin de esta situación que tengo que elegir.

- Ah. Mejor. Así que él ya sabe.

- Sí, y me dijo exactamente lo mismo que vos. Que bronca. Quería que se enoje, que me insulte. Ese apoyo que me dan me hace sentir pésimo. Más cruel todavía.


- ¿Puedo pasar? -toqué la puerta-.

- Pasa -escuché la voz triste de mi hermano, y eso hizo que me preocupe más. Él nunca dejaba que lo vieran llorar, pero pude notar que ahora lo hacía-.

Empujé la puerta y la imagen era triste, pero conmovedora.

More le apoyaba la cabeza a Pe en el hombro y este la rodeaba con el brazo.

Cerré la puerta y corrí con ellos.

- ¿Qué pasó, chicos? -no hubo respuesta- Ey, calma, no puede ser tan terrible -me lo decía a mi misma, ¿qué estaba sucediendo?-, cuentenme.

Ellos se miraron y More explotó de nuevo. No podía ni hablar.


lunes, 20 de diciembre de 2010

Capitulo 46. Historia repetida.

Esto es lo más que puedo hacer, pero no sé por qué razón se pone ese espacio horrible en el medio de cara párrafo. Espero que esto npo siga así. Beso, Pau.


Capitulo 46

Historia repetida.

- Liz, sé que te caigo mal. Lo noté -estaba por quejarme-, y sé que está haciendo tu mayor intento por ocultarlo, pero lo pude notar. Entiendo que lo estés, claro. Te robé tu chico y ahora resulta que soy la “hermana” de tu novio. Crees que intento sacarte lo que tenes, ¡pero no es así! Así que lo lamento muchísimo.

Abrí la boca, tal vez un poco exageradamente.

- ¿Qué? -preguntó-

- Es que… no, nada. Llega mi turno de disculparme, ¿no? Te traté mal. Justin te dejó una vez por un capricho mío, te miré furtivamente sin razón y no quise saludarte. Lo sé. Estuve tratándote pésimo, y sé que lo entiendes, pero te quería decir que sé lo que hice y que lo lamento.

- No hay problema -me tendió la mano-. ¿Amigas?

- No -negué-.

Noté cierta decepción en sus ojos, mientras bajaba la mano.

- Cuñadas -levanté mi mano para tomar la suya-.

- ¡Claro!

Reímos y me rechazó mi mano, acercándose para abrazarme.

Historia repetida: estaba pasando lo mismo que con Jane.

- Mucho mejor.

- Algún día tenemos que salir con Jane, mi mejor amiga.

- Y tal vez también con Anne, una amiga mía. No es mi mejor amiga, la verdad, pero es de las que mejor me cae, y podía llevarse bien con vos. Aunque es algo seria, y callada.

- Estaría genial.

- Sí. Vamos con los chicos.

- Dale -acepté-.

Ellos venían atrás, hablando animadamente sobre… autos. Genial.

- Tenemos que volver y distraerlos un poco -Cait había notado lo mismo que yo-.

- Claro que sí. Odio los autos y el fútbol en exceso. Pero mejor que se descarguen entre ellos así nosotros no tenemos que aguantar ese tipo de conversaciones.

Ella asintió, y supuse que ya había pensado en eso antes.

- Yo tengo una moto, pero quiero un… -se calló al vernos llegar riendo-

- ¿Un qué? -preguntó Just, que todavía no nos había visto-

- Hola chicos.

- ¿Por qué nos miran así? -supe que ella lo sabía perfectamente-

- Porque… pensé que ustedes se odiaban…

- El tacto de los hombres -oí murmurar entre dientes a Cait, mientras miraba para otro lado-. Siempre iguales.

Se me escapó una carcajada.

- Es que… -la miré- aclaramos nuestras diferencias.

Jeydon enarcó una ceja, pero después solo lo dejó pasar.

- Ahora vayamos a comprar la pizza, que me muero de hambre -propuso JeyJey-.

Todos asentimos, y entonces noté que tenía mucha hambre.

- Che, ¿y si vamos nosotros a comprar la pizza y ustedes las bebidas? Digo, porque… -dijo Just-

- Sí, no te preocupes, está bien. Vos y Cait, y yo y Jey -dije-.

- Eh… con el nosotros no hablaba de las parejas, si no de los amigos. Vos y yo, y Cait y Jey -sonrió y no lo pude creer. ¡¿Jey?!-. Si les parece, claro, si no…

- No, no, creo que es una buena idea -intervino Jeydon-. Nosotros tenemos que hablar y seguro que ustedes también querrán hacerlo -su sonrisa y mi pánico se agrandaron. ¿Me cedía a su “contrincante” tan feliz?-. ¿Vamos?
- Vamos -Cait entrelazó su brazo con el de mi novio, y no me dio un ataque de celos, para mi sorpresa-.

Just, no supe si por ganas o venganza, me dio la mano.

- Nosotros compramos las bebidas -dijo Jey-, vayan por la pizza.

Nos fuimos caminando en distintas direcciones después de un “nos vemos acá mismo en diez minutos”.

- ¿Y a vos?
- ¿Qué? -preguntó-

- ¿Ella te hace feliz?


Capitulo 47, adelanto.


- Creo que no estamos hablando mucho, ¿Qué pasa? -preguntó cuando volvíamos a la playa-

- Sinceramente, no lo sé.

- Somos increíbles -bufó, pero con una risita-.

- ¿Por qué? -pregunté algo sorprendida-

- Nos queremos, nos gustamos y lo sabes, y cuando estamos juntos… ¡ni hablamos!

Me dejó pasmada de sorpresa.


- ¿Co… cómo?

- Me pones como loco, te adoro, te quiero conmigo.

Me abrazó por la cintura y me estrechó contra él. Me deshice se su abrazo delicadamente.

Maldito blogger.

Sí, sí. Maldito blogger.
No me deja subir nada normal, subo todo mal, es una porquería no lo soporto más!
Pero bueno... me lo voy -vamos- a tener que bancar, perdón por el mamarracho que es el capitulo 46, pero les JURO que nos se puede hacer nada para ponerlo todo bien de nuevo.
Perdón a todos por eso... y por no subir hace mucho.
Beso, Pau.

Capitulo 46. Historia repetida.

Esta porquería de blogger hace que se suba todo mal, miren las letras; NO ME DEJA CAMBIARLAS. Miren el color del adelanto; NO ME DEJA CAMBIARLO. Grrr.


Capitulo 46

Historia repetida.

- Liz, sé que te caigo mal. Lo noté -estaba por quejarme-, y sé que está haciendo tu mayor intento por ocultarlo, pero lo pude notar. Entiendo que lo estés, claro. Te robé tu chico y ahora resulta que soy la “hermana” de tu novio. Crees que intento sacarte lo que tenes, ¡pero no es así! Así que lo lamento muchísimo.

Abrí la boca, tal vez un poco exageradamente.

- ¿Qué? -preguntó-

- Es que… no, nada. Llega mi turno de disculparme, ¿no? Te traté mal. Justin te dejó una vez por un capricho mío, te miré furtivamente sin razón y no quise saludarte. Lo sé. Estuve tratándote pésimo, y sé que lo entiendes, pero te quería decir que sé lo que hice y que lo lamento.

- No hay problema -me tendió la mano-. ¿Amigas?

- No -negué-.

Noté cierta decepción en sus ojos, mientras bajaba la mano.

- Cuñadas -levanté mi mano para tomar la suya-.

- ¡Claro!

Reímos y me rechazó mi mano, acercándose para abrazarme.

Historia repetida: estaba pasando lo mismo que con Jane.

- Mucho mejor.

- Algún día tenemos que salir con Jane, mi mejor amiga.

- Y tal vez también con Anne, una amiga mía. No es mi mejor amiga, la verdad, pero es de las que mejor me cae, y podía llevarse bien con vos. Aunque es algo seria, y callada.

- Estaría genial.

- Sí. Vamos con los chicos.

- Dale -acepté-.

Ellos venían atrás, hablando animadamente sobre… autos. Genial.

- Tenemos que volver y distraerlos un poco -Cait había notado lo mismo que yo-.

- Claro que sí. Odio los autos y el fútbol en exceso. Pero mejor que se descarguen entre ellos así nosotros no tenemos que aguantar ese tipo de conversaciones.

Ella asintió, y supuse que ya había pensado en eso antes.

- Yo tengo una moto, pero quiero un… -se calló al vernos llegar riendo-

- ¿Un qué? -preguntó Just, que todavía no nos había visto-

- Hola chicos.

- ¿Por qué nos miran así? -supe que ella lo sabía perfectamente-

- Porque… pensé que ustedes se odiaban…

- El tacto de los hombres -oí murmurar entre dientes a Cait, mientras miraba para otro lado-. Siempre iguales.

Se me escapó una carcajada.

- Es que… -la miré- aclaramos nuestras diferencias.

Jeydon enarcó una ceja, pero después solo lo dejó pasar.

- Ahora vayamos a comprar la pizza, que me muero de hambre -propuso JeyJey-.

Todos asentimos, y entonces noté que tenía mucha hambre.

- Che, ¿y si vamos nosotros a comprar la pizza y ustedes las bebidas? Digo, porque… -dijo Just-

- Sí, no te preocupes, está bien. Vos y Cait, y yo y Jey -dije-.

- Eh… con el nosotros no hablaba de las parejas, si no de los amigos. Vos y yo, y Cait y Jey -sonrió y no lo pude creer. ¡¿Jey?!-. Si les parece, claro, si no…

- No, no, creo que es una buena idea -intervino Jeydon-. Nosotros tenemos que hablar y seguro que ustedes también querrán hacerlo -su sonrisa y mi pánico se agrandaron. ¿Me cedía a su “contrincante” tan feliz?-. ¿Vamos?
- Vamos -Cait entrelazó su brazo con el de mi novio, y no me dio un ataque de celos, para mi sorpresa-.

Just, no supe si por ganas o venganza, me dio la mano.

- Nosotros compramos las bebidas -dijo Jey-, vayan por la pizza.

Nos fuimos caminando en distintas direcciones después de un “nos vemos acá mismo en diez minutos”.

- ¿Y a vos?
- ¿Qué? -preguntó-

- ¿Ella te hace feliz?


Capitulo 47, adelanto.


- Creo que no estamos hablando mucho, ¿Qué pasa? -preguntó cuando volvíamos a la playa-

- Sinceramente, no lo sé.

- Somos increíbles -bufó, pero con una risita-.

- ¿Por qué? -pregunté algo sorprendida-

- Nos queremos, nos gustamos y lo sabes, y cuando estamos juntos… ¡ni hablamos!

Me dejó pasmada de sorpresa.


- ¿Co… cómo?

- Me pones como loco, te adoro, te quiero conmigo.

Me abrazó por la cintura y me estrechó contra él. Me deshice se su abrazo delicadamente.

- Yo también. Pero también muero por Jeydon, y, sinceramente, no sé a cual quiero más.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Capitulo 45. ¿Nos pueden explicar de dónde se conocen?

ESTOY SÚPER CONTENTA!
Mary, no me ofendí para nada (ni se por qué lo haría), de hecho, estoy más contenta que antes por tener una nueva lectora. Espero que te guste la novela y comentes mucho.
PD: Si queres hablar conmigo mandame un mail a: aboutmyseelf@hotmail.com.
Capitulo 45
¿Nos pueden explicar de dónde se conocen?

- ¿Qué? ¿De dónde? -pregunté-
- De… -empezó Jey, alargando la E-
- …toda la vida -terminó ella, tan contenta como él-. ¡Como creciste!
Él lanzó una carcajada y yo miré a Justin como pidiendo explicaciones. Éste se encogió de hombros con una mueca que daba a entender que sabía lo que pasaba tanto como yo.
- ¿Alguien me… -vio mi cara de desentendida- nos explica? -pidió Justin-
- Jey y yo somos amigos desde que nacimos. Nuestros padres iban juntos a la secundaria y nosotros nos hicimos mejores amigos.
- ¿Por qué no me hablaste de ella y sí de Jane y Jack? -pregunté-
- Porque ella es como mi hermana, y vos preguntaste por mis mejores amigos… -se encogió de hombros-
- No es una buena excusa -le reproché-.
- Lo sé, perdón -me pidió disculpas, pero supuse que no me había prestado nada de atención-.
Volvió la cabeza otra vez hacia Caitlin.
- Así que estoy en una especie de cita doble de personas (que por cierto ya salen juntas) -rió entre dientes- con mi novia, mi “hermana” y Justin.
- Así parece.
Justin y yo seguíamos desconcertados.
- No sabía que tenías novio, hermanita.
- Y yo no sabía de tu novia, hermanito.
- Me olvidé de contarte.
- Yo también.
Rieron y no supe por qué.
- Bueno… ¿Y si dejamos de hablar en código? -propuse-
- Apoyo a Liz.
No parecían escucharnos.
Le lancé una mirada a Justin y después moví la cabeza para el costado, para que nos corramos de ahí.
Él asintió.
- ¿Qué es de tu vida? -le pregunté, ya alejados de Jey y Caitlin-
- Y… nada, que sé yo. Che… ¿tenes alguna idea de lo que pasa acá?
- No, ni ahí. No entiendo nada. ¿Se conocen?
- Parece que sí -los señalé con la cabeza-.
- Cierto…
- Entonces…
- ¿Él te hace feliz? -estaba por hacer un chiste al respecto, pero vi una mezcla de dolor, enojo y honestidad en sus ojos, que me hizo desistir-
- Muy feliz. Pero hay algo que tengo que decirte… -ahora o nunca. Algun día iba a tener que informarle que tal vez dejaba a Jeydon por él-
- Mmm… no va a poder ser ahora. Parece que se calmaron.
Eh… sí, tal vez en otro momento sea mejor, pensé.
- Ahí vienen -agregó-.
- Sí.
- ¡Hola! -saludó Caitlin, excesivamente linda para mi gusto-
- Hola -respondí a regañadientes-. ¿Nos pueden explicar de dónde se conocen?
- Ya les dijimos, somos como hermanos, nuestros padres iban juntos a la secundaria y nos conocemos desde que nacimos.
- Ah -Justin parecía tan molesto de que sus manos estaban entrelazadas como yo-. ¿Vamos a comer?
- Por favor -pedí y puse los ojos de blanco. Todos me miraron. ¿Mi tono malhumorado había sido demasiado notable?-. Es que muero de hambre -forcé una sonrisa-.
- Yo también -Justin me quiñó un ojo e hice mi mayor esfuerzo por no sonrojarme-. En fin…
- Claro, vamos -aceptó Jey sonriente, supuse que sin notar mi intercambio de miradas con Just-. Pero… -frunció el ceño- ¿Adónde?
Caitlin rió y sentí que mi risa era un sonido horrible comparado con la de ella.
- Eh… compremos una pizza y volvamos para la playa, ¿dale? -propuso Just- Había pensado algo así…
- Buena idea -Jey le sonrió y me sentí rara-.
Caitlin soltó la mano de Jey y fue al lado mío.
- Tenemos que hablar -me dedicó una sonrisa cegadora-. Podríamos llevarnos bien.
Decidí esta vez no negar nada, esta situación me hacía acordar a la misma que había pasado con Jane. Y… nos hicimos mejores amigas.
- Bueno… -estaba algo aturdida- Vamos.
- Genial.
- Entonces… ¿de qué querés hablar? -pregunté-
- Elizabe…
- Liz.
Capitulo 46, adelanto.

- No hay problema -me tendió la mano-. ¿Amigas?
- No -negué-.
Noté cierta decepción en sus ojos, mientras bajaba la mano.

- El tacto de los hombres -oí murmurar entre dientes a Cait, mientras miraba para otro lado-. Siempre iguales.
Se me escapó una carcajada.
- Es que… -la miré- aclaramos nuestras diferencias.
Jeydon enarcó una ceja, pero después solo lo dejó pasar.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Capitulo 44. Se suponía que no iba a salir bien.

Perdón por no subir nada en tanto tiempo. No pude. Tuve la cabeza en otros temas.
PD: Creo que voy a cambiar el dieño del blog, espero que les guste. Me parece que lo voy a hacer más bien sobrio, porque tanto fuxia me cansaba la vista.

Capitulo 44
Se suponía que no iba salir bien.
No. No, no y no. ¿Cómo había aceptado eso? No, llamaría a Justin y cancelaría todo. Eso no podía salir bien.
Distraídamente salí de la ducha y me envolví con una toalla. No, ya era demasiado tarde como para cancelarlo.
Bueno, pensé resignada, al menos voy a salir hoy. Me sorprendió mi humor negro.
Esa noche, todo estaba peor en casa. Mamá y papá se gritaban sin escuchar al otro. No puedo entenderlos, sinceramente. ¿Cómo discuten sin saber de qué?
Ella gritaba con su voz chillona algo acerca de su trabajo, él respondía (también a los gritos) algo sobre la otra noche. Sus gritos eran agudos e ininteligibles. Grr. Había elegido una buena noche para escaparme. Ya les había avisado a More y Pe. Pobres. Solos justo esa noche.
Pero se lo habían tomado muy bien, demasiado bien.

- No va a pasar nada. Tranquila -intentó convencerme (sin mucho éxito, debo admitir) Pe-. Estamos perfectamente bien.
Ahí me dio culpa. Los había estado dejando solos mucho últimamente.
- Sí -afirmó More-, estamos y vamos a estar perfectamente bien. Vos sabes como sigue esto, Lizzie -resopló y puso los ojos en blanco-, ella grita, él grita, y después se duermen. Juntos. Termina bien. Te apuesto $10 a que mañana todo sigue
exactamente igual.
Pe asintió con la cabeza.
Supe que ellos tenían razón. Siempre era así, pero la idea de dejarlos solos… justo esa noche…

Me cambié y me acordé de ese sueño, ¿tendría algún significado? Pronto descarté es idea. ¡Fue solo un sueño!
Tocaron el timbre y recordé mi misión: sobrevivir esa noche.
Iba a lograrlo sí o sí.
Me escabullí escaleras abajo y salí.
- Hola JeyJey.
- Lizlee -me dio un beso en la frente-.
- Gracias por venir a buscarme.
- De nada.
- ¡Vamos! -propuse-
Asintió con la cabeza y nos metimos en el auto.
La noche estaba espectacular. Un cielo completamente azul y estrellado, era una noche de luna llena.
- Que linda noche -murmuré-.
- Eso estaba pensando. Muy hermosa -me miró de arriba abajo unas cuantas veces-. Lo supuse.
- ¿Qué?
- Superas hasta la noche más hermosa -me dedicó su sonrisa más grande-.
Me sonrojé, y rió.
- Llegamos. Quedé con Justin de encontrarnos acá.
- Perfecto.
Estacionó el auto y nos bajamos. En realidad, él se bajó primero y me abrió la puerta. Eso solo logró aumentar mis sonroje.
- Que poco romántico -murmuré irónica-. Y yo que creía que estaba saliendo con un chico que nunca iba a hacer nada así.
- Es que… yo también lo creía así. Yo creía que estabas saliendo con un chico que nunca iba a hacer algo así. Pero me sorprendo a mi mismo.
Reí. Parecía de verdad sorprendido.
Bajamos en una playa. La arena era blanca y finita. Casi parecía harina.
- ¡Que playa! -dijo-
- Lo sé.
- Tal vez Justin no sea tan estúpido después de todo -susurró en un comentario que debió ser aparte, pero no salió bien, y pude escuchar perfectamente. Se ganó un codazo en las costillas-. Auch. Es cierto, no me pegues.
- No te pegué, te codeé. Y no puedo creer que soy la novia de alguien tan débil. Si alguien nos ataca voy a tener que defendernos yo misma.
Resopló y puso los ojos en blanco. Me hizo acordar a Jack, la tarde del día anterior, cuando discutíamos sobre si Jane podía o no salir a la plaza. Un nene caprichoso. Nunca más molesto a un chico con un tema tan importante como su ego masculino, pensé reprimiendo unas risas. En la orilla (de la mano, cabe agregar) divisé a unos chicos. Supuse que eran Just y Caitlin. Pero no lo pude distinguir.
- ¿Son… ellos? -preguntó Jey-
- Supongo -me encogí de hombros-. Justin se estiró y Caitlin está más hermosa, pero sí. Supongo que son ellos.
Pero si es que ese era Justin… ¡esa sí sería una noche complicada!
Yo lo tenía como ese chico que medía un poquito más que yo, pero ahora ya me llevaba unos cuantos centímetros. Su sonrisa estaba mucho más pareja y sus dientes más blancos, su pelo se había oscurecido bastante y estaba más… estilizado, “musculoso”. Pero sus ojos seguían teniendo ese brillo que tanto me gustaba. Me pregunté si mi corazón estaba latiendo lo suficientemente fuerte como para que también lo escuche el resto. Seguro que sí. Jeydon se tensó (supuse que era por ver a su principal competidor directamente), pero cuando Justin nos vio, su sonrisa se agrandó más (si es que eso era posible, claro).
Corrió (aun de la mano con Caitlin) hacia nosotros.
Ella mostraba una sonrisa inigualable y él también. Los dos eran más hermosos de lo que recordaba.
- ¡Liz! ¡Jeydon! -dijo con una voz indudablemente más grave que antes-
- Hola Justin -masculló Jey en un tono algo grosero-.
- Hola Just, hola Caitlin.
La chica tenía la vista clavada en Jey, y eso casi me mata de celos. Contuve mis ganas de pegarle un puñetazo.
- Hola J. ¿Cómo andas? -preguntó con una voz excesivamente hermosa-
Jeydon miró muy sorprendido a la chica.
- ¿Caitlin? ¡Cait! Hola C. Tan bien como vos, supongo -ahora el tono de mi novio era amistoso y también parecía sorprendido-.
- ¿Se… conocen? -Justin parecía tan desconcertado como yo-
- Sí -dijeron al mismo tiempo-.

Capitulo 45, adelanto.

- No es una buena excusa -le reproché-.
- Lo sé, perdón -me pidió disculpas, pero supuse que no me había prestado nada de atención-.
Volvió la cabeza otra vez hacia Caitlin.
- Así que estoy en una especie de cita doble de personas (que por cierto ya salen juntas) -rió entre dientes- con mi novia, mi “hermana” y Justin.
- Así parece.

- Ah -Justin parecía tan molesto de que sus manos estaban entrelazadas como yo-. ¿Vamos a comer?
- Por favor -pedí y puse los ojos de blanco. Todos me miraron. ¿Mi tono malhumorado había sido demasiado notable?-. Es que muero de hambre -forcé una sonrisa-.
- Yo también -Justin me quiñó un ojo e hice mi mayor esfuerzo por no sonrojarme-. En fin…

martes, 7 de diciembre de 2010

Capitulo 43. Conquistando el mundo.

Este cap. y el siguiente son un poco tontos. Sorry.
Les quería decir una cosa... Ahora acá en Argentina están empezando las vacaciones y es probable que me vaya de viaje, así que por un par de semanas en algun momento no voy a subir nada, porque no voy a estar acá, o por ahí como no voy a tener una "rutina" no me dé el tiempo algun día, pero... don't worry. No pienso abandonarlas ahora.

Capitulo 43
Conquistando el mundo.

Empezó la película, yo estaba sentada al lado de Jeydon y de Jane. La primera escena eran dos hombres hablando cosas en un idioma que no pude distinguir. Esa parte estaba sin subtitular, así que no entendí nada.
Bueno, miré las expresiones de los hombres. Uno estaba enojado, iracundo, furioso. El otro intimidado, asustado. Sí, yo también estaría así frente a un tipo tan molesto. Ellos seguían hablando. El enojado lo retaba, él otro se excusaba, no muy bien al parecer, también gesticulaba y hacía montones de señas con las manos.
De repente se abrió una puerta y aparecieron los primeros subtítulos.
- ¿Quiénes son? -preguntó tan furioso como el primero-
- Yo soy James, señor. Él es mi sirviente -el sirviente se estremeció-. ¿Quién es usted?
- ¿Por qué lo estaba tratando así? -preguntó sin responderle la pregunta-
- Porque dijo que vio un zombi en la mitad del desierto.
- ¿Y?
- No está bien que me mienta.
- ¿Y qué si le digo que no era mentira?
Esta vez yo me estremecí y Jeydon me dio la mano.
- ¿Querés salir? -preguntó-
- No, no todavía.
- Avisame.
Asentí con la cabeza, mientras varias personas nos callaban y un hombre sentado atrás mío me pateaba el asiento.
- Perdón -susurré-.
La película continuó, toda subtitulada y en un idioma conocido, genial. La verdad es que no la vi mucho, primero, porque no me gustaban los zombis y mucho menos la sangre y segundo porque Jeydon me decía cosas al oído que me hacían reír.
En fin.
Pantalla en negro, créditos finales y una música no muy alegre. Cuando finalmente abrí los ojos, Jane bostezaba, Jeydon se estaba parando y yéndose del cine (casi corriendo, escapándose del cine más bien) y Jack aplaudía eufóricamente.
- ¿No les encantó? -preguntó maravillado- Estuvo buenísima. Toda esa sangre, y los efectos. Wooow. Impresionante.
- Sí, estuvo genial -intentó Jane compartir su entusiasmo al ver que nadie más iba a hacerlo. Pero no funcionó, sonó como si hubiera estado dormida toda la película y probablemente… -. Me gustó la parte en la que…
- En la que aparecen todos los zombies y James y el otro tipo se está escapando, pero se tropieza y se los comen -supuse que esa era la estrategia de Jane, que él la interrumpa y ella no tenga que decir nada, además de que se distraiga y no note su tono adormilado-. Esa es de las mejores partes, pero también me encantó cuando… -dejé de escucharlo, y me pareció que el resto también-.
Lentamente salimos del cine y volvimos al shopping.
Jane miraba las vidrieras, más adelante que Jey y yo, de la mano de Jack, que todavía hacía una sinopsis de la película. Pobre Jane. Reí. Jey miraba para el frente, pero me di cuenta que estaba pensando, no veía nada en particular.
- Te quiero -le dije-.
- Lizlee… -se quejó-
- ¿Qué? ¿Ahora no me vas a dejar decirte que te quiero?- Decímelo cuantas veces quieras, pero pensé que habíamos decidido hacer esto lo más fácil posible.
- ¿Esto…?
- La decisión que tenés que tomar. Justin o yo, ¿te acordás? -era irónico, y por primera vez en la tarde me pareció que estaba molesto-
- Sí, sí, claro. Pero no entiendo como un “te quiero”, puede hacerlo más difícil.
- Me ilusionas, eso es lo que pasa.- ¡Pero si yo te quiero! -me quejé- No es una ilusión cuando es la verdad.
- Sí, es una ilusión. Si lo terminás eligiendo a él, esto va a hacer que me duela un poco más. Y no quiero eso -creo, que lo que más me enojó, fue su aparente calma, como si todo estuviera bien, como si no sintiera nada-.
- Yo tampoco… -murmuré-
- ¡Ey! ¿Ahora que te pasa? -preguntó levantándome la cabeza con una mano-
- Es que… muchas cosas me pasan. Primero y principal; me da miedo el dolor que puedo llegar a causarles. Segundo, tu indiferencia me mata. Y tercero, te quiero y es completamente cierto. Te adoro, de verdad.
Me cuide especialmente de no decir “te amo”.
- ¿Y…? Eso no es suficiente como para que me quieras con vos para siempre. No es suficiente para superar lo que sentís por él. Está bien, yo lo acepté. No te odio, de hecho -rió sin felicidad-, te quiero más de lo que debería. No estoy enojado con vos, como te dije. Lo juro. Es más, no te prometo soportarlo a Justin -pronunció su nombre intentando ocultar su desagrado-, pero si querés podemos seguir siendo amigos.
- JeyJey, ¿te diste cuenta que das por hecho que yo lo voy a elegir a él? -le pregunté-
- Sí. Es a propósito. Para acostumbrarme a la idea, o algo así.
- ¡Pero no es seguro! -me quejé- ¿Qué sabes? Tal vez elijo a vos.
- Liz… -dijo… con ternura- Siempre tratando de complacer a todos. Vos y yo, los dos, sabemos que a él lo querés más que a mi. Dejemos de hacer como si no fuera así. Yo lo acepto… ¡pero vos no! Es increíble.
Tenía muchas cosas para discutirle, pero él era un terco y no iba a ceder diga lo que diga, así que lo dejé así, sabiendo que el tema volvería a ser tocado cuando tenga menos cosas en mente.

Capitulo 44, adelanto.

- Sí -afirmó More-, estamos y vamos a estar perfectamente bien. Vos sabes como sigue esto, Lizzie -resopló y puso los ojos en blanco-, ella grita, él grita, y después se duermen. Juntos. Termina bien. Te apuesto $10 a que mañana todo sigue
exactamente igual.
Pe asintió con la cabeza.
Supe que ellos tenían razón. Siempre era así, pero la idea de dejarlos solos… justo esa noche…

Ella mostraba una sonrisa inigualable y él también. Los dos eran más hermosos de lo que recordaba.
- ¡Liz! ¡Jeydon! -dijo con una voz indudablemente más grave que antes-
- Hola Justin -masculló Jey en un tono algo grosero-.
- Hola Just, hola Caitlin.
La chica tenía la vista clavada en Jey, y eso casi me mata de celos. Contuve mis ganas de pegarle un puñetazo.
- Hola J. ¿Cómo andas? -preguntó con una voz excesivamente hermosa-
Jeydon miró muy sorprendido a la chica.
- ¿Caitlin? ¡Cait! Hola C. Tan bien como vos, supongo -ahora el tono de mi novio era amistoso y también parecía sorprendido-.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Capitulo 42.

Capitulo 42
Felicidad arruinada.

Fuimos con Jane y Jack en silencio, lentamente.
- ¿Y ahora? -pregunté- ¿Seguís siendo feliz?
Frunció los labios, dudando.
- Sí, pero si podría pedir algo; que no estes enamorada de él.
- Perdón… -susurré y, dejándome completamente sorprendida, él rió- ¿Qué pasa?
- Nada. No quiero que te sientas mal, elijas a quien elijas -se había puesto serio-. Ni aunque a nosotros nos duela, ¿sí?
- Perdón, pero no puedo decirte eso. Nunca voy a perdonarme el estar haciéndoles tanto daño ahora.
- Tonta -me dijo, dándome un beso en la frente-.
- No los merezco, a ninguno de los dos.
- No es así, mereces mucho más que a nosotros dos juntos.
Estaba por quejarme, pero llegamos con ellos, que jugaban a hacerse cosquillas.
Yo y Jeydon nos miramos y nos unimos riendo a su juego.
- ¡A Jane! -dijo Jack-
Jane puso cara de susto y se largó a correr por la plaza, mientras los tres corríamos persiguiéndola, hasta que cuando Jey la alcanzó y le empezó a hacer cosquillas, Jack dio una nueva orden.
Auch. Venían por mi. Corrí para el lado contrario, pero Jack ya estaba lo suficientemente cerca, pronto me atrapó y nos caímos al piso, uno al lado del otro. Recostados sobre el pasto, me miró como con culpa, pero conteniendo la risa, y empecé a reírme, mucho, mucho. Jack hizo lo mismo.
Jane y Jey se acercaron corriendo, creo que asustados porque estuviéramos bien.
Y nosotros estábamos más que bien. Moríamos de risa. Literal. Yo estaba casi ahogada.
- ¿Liz, Jack, estan bien, chicos? -preguntó Jey desde lejos, a los gritos-
- Sí -reí-.
- Perfecto -confirmó Jack-.
- ¿Se volvieron locos? -preguntó Jane-
- Sí -respondimos al mismo tiempo y volvimos a explotar-.
- Ok, genial -rieron-.
- ¿Vamos al cine?
Nosotros nos paramos medio tambaleándonos y caminamos hasta el cine.
- ¿De que se trata la peli?
- ¡No sabemos! -me dijeron al unísono Jack y Jane, como por milésima vez-
- Perdón, perdón -dije y me fui atrás con Jey, que pasó su brazo por mi cintura y me abrazó-. Te arruiné la felicidad, mi amor -le dije-.
- Otra vez… -resopló- No, no me la arruinaste en absoluto, para nada. De hecho, antes de conocerte, era infeliz. Bueno… no infeliz, pero sentía un vacío. Cuando te conocí, todo volvió a estar mejor. De verdad. Entonces, no, fue más bien lo contrario, no me la arruinaste, me la diste. Y si lo elegís a él no me la vas a sacar -espetó viendo como iba a empezar a discutir-, porque mi felicidad es la tuya, así que si vos sos feliz, ya sea conmigo o con él, pero… -frunció los labios- claro que preferiría que sea conmigo… No, lo hice de nuevo. Me juré que no iba a presionarte y es lo que acabo de hacer, rebobina. Da lo mismo lo que elijas, que vos estés bien es suficiente para mi.
- Gracias, JeyJey -estiré mi cuello y le di un beso en el cachete-. Perdón por hacerte esto.
- Está bien, lo que sea por vos. Pero no hablemos más de esto que nos vamos a terminar de arruinar el día.
- Cierto.
Caminamos hacia la puerta del cine en silencio.
“Conquistando el mundo.” Conociendo a Jack, eso no tendría nada que ver con una simple conquista.

Capitulo 43, adelanto.

Cuando finalmente abrí los ojos, Jane bostezaba, Jeydon se estaba parando y yéndose del cine (casi corriendo, escapándose del cine más bien) y Jack aplaudía eufóricamente.
- ¿No les encantó? -preguntó maravillado- Estuvo buenísima. Toda esa sangre, y los efectos. Wooow. Impresionante.
- Sí, estuvo genial -intentó Jane compartir su entusiasmo al ver que nadie más iba a hacerlo. Pero no funcionó, sonó como si hubiera estado dormida toda la película y probablemente… -. Me gustó la parte en la que…

- Te quiero -le dije-.
- Lizlee… -se quejó-
- ¿Qué? ¿Ahora no me vas a dejar decirte que te quiero?