lunes, 27 de septiembre de 2010

Capitulo 16. Cada vez más enamorada.

¡Buenas noticias! El capitulo 17, el siguiente, es más emocionante, excitante. Empiezan a pasar cosas, aunque se solucionan rápido, pero por lo menos...

Capitulo 16
Cada vez más enamorada.


Tenía forma de esfera, la puerta era gigante, más portón que puerta, diría yo. Arriba de esta, estaban las ocho letras de “Rockland” con un signo de exclamación al final. Eran de un plateado extremadamente brillante. Estaban rodeadas por luces de colores (que hacían un efecto genial reflejadas en el plateado de las letras) y papelitos plateados también. Impresionantemente impresionante. Todo era extravagante, una música sonaba a todo volumen desde el interior de la esfera. Al entrar, no pude evitar sonreír.
Como ya conté, nunca, jamás, fui ese tipo de chica que jugaba con Barbies, yo era más de las que leían el diario y comentaban sobre eso. De las que jugaban con soldaditos. De las que no iban a pijamas partys. De las que no hablaba con las “populares”. De las que en la escuela peleaba con las otras chicas. De las que le tenían fobia a los vestidos, a las polleras, a las flores, a los corazones y, sobre todo, al color rosa. En fin, de las masculinas. De las que jugaban con videojuegos y no le importaba en lo más mínimo lo que piense el resto. De las que nadie jamás se hubiera imaginado que le iba a gustar a un chico como Justin.
Así que eso era como un paraíso para mi. Un sueño.
- Wow… Cuando Pedro dijo que era “la tierra de los videojuegos”, no me imaginé esto… -le susurré a Justin en el oído-
Volví a mirar a todo lo que me rodeaba: autitos, pac-man, tetris, etcétera… ¡Habían millones de videojuegos!
- Sabía que iba a gustarte, digo… ¿A quién no? -me susurró sonriendo satisfecho-
- ¡Uff! -suspiré, cansada- A todas mis estúpidas compañeras. Son todas unas huecas que solo piensan en el maquillaje y la mini que querían comprar para impresionar a su chico… O sea, ¡Hay cosas más importantes que verse bien! Como por ejemplo los videojuegos, ¿No? -le sonreí-
- Sí, tenes toda la razón del mundo. Pero, por suerte, a vos te sale sin intentarlo… -sonrió coqueto y atrevido, pero dulce-
- ¿Qué cosa? -pregunté sonriendo de la misma forma que él, sabiendo perfectamente bien cual era la respuesta-
- Ya los sabes, no te hagas la tonta… -dijo sonrojado- Pero si queres que te lo diga te lo digo: amo tu belleza natural. Aun sin kilos de maquillaje te ves preciosa. No sos una Barbie, y eso es bueno y especial. Sos especial.
- Gracias -le mostré una gran sonrisa-.
- Tengo que decirte algo muy importante -dijo clavando su mirada en la mía-.
No quería que se arruine el momento. Tampoco nuestra amistad. Quería escapar de allí. De ese silencio incómodo. De ese ruido abrumador. De esas palabras. Quería huir, quería correr. No quería declaraciones, no por ahora. Solo diversión, diversión y más diversión.
- Mmm… -improvisé- ¡A que no me alcanzas! -dije mientras salía corriendo-
- Pero… -se quejó, pero no llegué a escuchar el resto, ya que me había alejado demasiado-
Oí pasos detrás de mí, obviamente, era Justin.
- No te escapes, no te voy a hacer daño… -dijo suavemente cuando me alcanzó-
- Bueno, pero… quiero esperar, ya sabes, ver como sigue todo.
- Te voy a dar todo el tiempo que necesites.
- Por el momento solo quiero que me dediques unos minutos jugando conmigo al tejo, ¿Qué decis?
- Me parece una fantástica idea -sonrió-.
- ¡Bueno, vamos!
Corrimos al tejo y empezamos a jugar.
- 4-5, te gané -celebró-
- Bueno, pero casi -sonreí-.
- Casi -sonrió él-.

Sinceramente, me harté de poner fechas así que directamente voy a escribir lo que quiera. Probablmente escriba menos seguido, porque estoy saliendo mucho.
Waw, pensé que nunca iba a escribir eso.
Hoy por fin llegó el día esperado: Me arreglé (o en realidad me arregló More, me vistió, peinó y maquilló) y Justin pasó a buscarnos, Rockland es realmente impresionate. Me encantó, es genial. Jugamos de todo; tejo, autitos chocadores… y, bueno, un montón de cosas más.
Después me trajo a casa (¿¡pueden creer que salimos 4:00 y volvimos 11:30?!) y me volvió a invitar a salir. Mañana. Me iba a dar una “sorpresa”, según él. Me emociona. Muero por ver que es. Arreglamos encontrarnos en el parque en el que nos habíamos conocido, a las 7:30 p.m.
Por el momento no escribí ninguna canción, pero hay una en camino: creo que se va a llamar Family Portrait, es sobre mi familia, cuando la canto, lloro, cuando la escucho, lloro, cuando la hago, lloro, es realmente triste.
Bueno, hasta mañana. Dulces sueños, que sueñes con ángeles o con… Justin. Jaja.


Capitulo 17, adelanto.

Me senté en un banco. Estaba tranquila, mirando los pájaros y los árboles. Un rato después fue cuando empecé a preocuparme: ¿Le habría pasado algo?
Es que, eran las 7:30 y todavía no llegaba. 7:35. 7:40. Seguía sola. Muy sola. 7:45. Seguro que había una razón, él no me dejaría plantada. Si había una razón (que no tenía la menor duda de que sí la había), se la pediría después por teléfono, me había dado frío y ya hace 15 minutos estaba allí sentada.

- Si no queres me voy -dije algo molesta-.
- No, no, pasá -me abrió la puerta del todo para que pueda pasar-.
- Dale.

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