martes, 9 de noviembre de 2010

Capitulo 35. ¿Así se siente tener buenos amigos?

Acá todo el mundo sabe lo que es ser albino, verdad?
Bueh... por si no entendieron. Jane es albina, que es una enfermedad en la que uno carece que pigmentación en la piel, así que es súper blanco de lo pies a la cabeza, y exponerse al sol les hace mal.

Capitulo 35
¿Así se siente tener buenos amigos?

Era increíble. Tenía novio. Uno lindo, bueno, comprensivo, inteligente… perfecto. Pero seguía queriendo a mi amigo. Es que sí, él también era lindo, bueno, comprensivo e inteligente, ¿Cómo no hacerlo? Y pensar que hace unos meses me preguntaba por qué nos preocupábamos por el amor, si nunca dura… Debo admitirlo, les debo todo a Justin y a Jeydon. Aun así, ellos me estaban matando. ¿Por qué tenían que ser tan perfectos?, me pregunté, mientras descubría que había una lagrima cayendo de mi ojo.
Estaba segura que tendría que aclarar las cosas en algun momento. No podía vivir enamorada de dos chicos, y, mucho menos, ellos no podían sufrir por mi culpa. Ellos iban a enterarse en algun momento que había un “otro”, aunque claro, Justin ya sabía y Jeydon lo sospechaba. Pero se los tenía que decir de frente, y cuanto más tardara en hacerlo, más dolería al final.
Decidí llamar a Jane, Jeydon me había pasado su número al final. Era probable que a ella le molestara que yo estaba “jugando” con Jeydon (aunque en realidad también estaba enamorada de él, no lo estaba usando), pero necesitaba hablar con una chica y ella era mi única amiga.
- ¿Hola? -atendió, y en su voz pude percibir que estaba sonriendo, como siempre. Ella era la persona más alegre que había conocido, aunque su albinismo no le gustara, sabía sobrellevarlo y ser feliz-
- Hola, ¿Jane? Soy Liz.
- ¡Hola, Liz! ¿Cómo andas, amiga? No esperaba tu llamado, que linda sorpresa -parecía de verdad contenta-.
Pero el “amiga”, me sorprendió más que el resto. Sí, yo ya la consideraba eso.
- Eh… gracias. ¿Tenes tiempo para que te cargue con mis problemas o estas haciendo algo?
- No, nada -ahora su hermosa voz, parecía más preocupada-. ¿Muchos problemas? ¿Qué pasó? Contame. Siempre tengo tiempo para mis amigas, y vos sos una de ellas.
- Sí, pero… ¿seguro que no estas haciendo nada importante?
- Seguro, seguro, no te preocupes.
- Bueno… te pido que no te enojes.
- ¿Por qué lo haría?
- Es que… hoy hablé con Justin, un amigo mío, y… me gusta. Me di cuenta que lo sigo queriendo tanto como cuando no estaba de novia con Jeydon y eso es un gran problema, porque si hay algo que no quiero es que alguien tan bueno como Jeydon o Justin sufra. Jamás sería capaz de perdonarme si lastimo a alguna de esas dos personas tan maravillosas.
- Te entiendo.
- Sí, lo siento, es que… ¿Cómo que me entendes? -pregunté escuchando bien lo que ella había dicho-
- Sí, te entiendo. Yo sé que no queres lastimar a Jeydon, y sé que creías que me iba a enojar por que te guste otro chico además de mi amigo. Y no temo que vayas a lastimarlo, porque se que queres mucho a Jey y no le harías algo malo.
- Sí, pero mi miedo es hacerle algo sin querer.
- Ah… Bueno, creo que mi consejo sería que aclares las cosas y te decidas por quedarte con el chico al que más queres…
Su ayuda no estaba ayudando.
- ¡Es que no se a cual de los dos quiero más! -grité en voz baja tristemente, mientras las lagrimas volvían a caer de mis ojos-
- Cariño, ya sé que te sentís mal. Ya sé que crees no tenes con quien contar. Ya sé como te sentís; vacía, en blanco, mal. Pero no te rindas. Siempre después de una tormenta sale el sol, linda, ya vas a ver como ese sol te alumbra y haces lo correcto. Y aunque suene sacado de un cuento de hadas, la respuesta a todos tus problemas se encuentra en lo más profundo de tu corazón, intenta escucharlo. Sé que no es fácil, pero tenes de hacer un esfuerzo.
- Pero… si eligo a uno, el otro se va a sentir mal, y yo no quiero que ninguno se sienta mal, Jane.
- Ellos si de verdad te quieren, lo único que desean es que seas feliz, aunque sea con otro chico.
- Gracias, Jane. De todo corazón, no sé si vaya a funcionar, y aunque no lo haga, gracias por estar, gracias por aguantarme aunque te haya gritado, cuando cualquier otra persona me hubiera dejado.
- No me lo agradezcas, lo hago porque quiero. Porque te quiero a vos, porque quiero a Jeydon. Ahora debo irme, Jack me espera, si fuera por mi, me quedaría hablando con vos mucho más, pero tengo que ir.
- Claro, ve. Nos vemos y… gracias otra vez.
- De nada, linda.
Cortamos al mismo tiempo. Wow, ella era increíble.
Me acosté boca arriba en la cama, esperando que mi corazón decida por completo a mi mente, que estaba confundida.
Pensé en ellos una y otra vez. En todos sus pros y sus contras. Pero… no encontré contras en ninguno de los dos, y eso… era un problema.

Capitulo 36, adelanto.

- ¿Para qué llamabas…? No es que me moleste, pero me da intriga y…
- Te quiero pedir algo -lo interrumpí-.
- ¿Sí? Lo que vos quieras -prometió-.
- Sí… ¿Te acordas de Justin? El chico del que vos decías que yo estaba enamorada, y yo decía que no… El mismo que se ahogó ese día -estaba segura de que sí se acordaría, aunque no por esa razón-.
- Sí, ¿Qué pasa con él? -en su voz pude distinguir su ceño fruncido, creo que mi amigo no le agradaba. Reprimí unas risas-
- Es que… hablé con él y…

- ¡JeyJey! -lo llamé antes de que corte-
- ¿Sí? -el malestar se le suavizó un poco, pero no del todo-
- Te quiero -puse una voz tierna a la cual pensé que nunca se resistiría… y tenía razón-.
- Yo también, y mucho -su voz se suavizó por completo-. Un beso, nos vemos mañana, mi vida.
- Beso, chau, -cortó-.

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