jueves, 4 de noviembre de 2010

Capitulo 33. Dormida con los ojos abiertos.

Capitulo 33
Dormida con los ojos abiertos.
- La verdad es que… sí. Así es. No te quería mucho por una razón que tal vez te parezca algo… tonta. Es como lo que estuvimos hablando… creo que te envidiaba -me miró frunciendo el ceño, como sorprendida-. No hagas como si no supieras de lo que hablo, ¡sos la chica más linda que vi en mi vida! Y encima sos simpática y divertida. Estaba completamente celosa. Sos la chica más bella del mundo y la mejor amiga de mi novio. ¿Cómo podía no estarlo? Pero no te preocupes, ya está todo bien, ahora que te conozco está todo bien.
- ¿Por qué? ¿Qué cambia? ¿Es que te desilusioné? ¿Esperabas a la nueva Miss Universo y te encontraste con… esto? -preguntó haciendo un gesto con la mano que abarcaba todo su cuerpo-
- ¡¿Esto?! No vamos a volver a hablar sobre eso, porque me aburro y deprimo. Vos sos hermosa, y si te hace feliz que lo diga, yo también.
- Bueno, pero… ¿Por qué ya no me odias? -preguntó-
- Porque te conocí, y sos buena persona. Creo que serías como el tipo de amiga que yo tendría. Así que me gustaría mucho que sigamos en contacto.
- ¿Entonces… no fue por mi… condición? Digo, ¿Quién envidiaría a una chica… como yo? -supuse que no le gustaría llamarse por lo que era-
Levanté la mano y ella rió. Coreé su risa.
Nos dirigimos hacia donde estaban los chicos. Estaban sentados en un banco de espaldas a nosotras.
- Eso mismo pensé yo -decía Jeydon-.
Planeábamos acercarnos lentamente y asustarlos por atrás.
- ¿Vos hubieras hecho lo mismo? -preguntaba Jey-
- Y… no sé. Yo la quiero mucho a Jane y… no, no sé. No me puedo imaginar en esa situación, no puedo.
Las dos nos clavamos como estacas y nos miramos con los ojos muy abiertos. ¿Hablaban de… nosotras? No podíamos desperdiciar la oportunidad de escucharlos.
- ¿Tan difícil es de imaginar?
- Un poco. Hermano, paseando con tu novia, viste a un chico que le gusta…
- Ese tal Justin, idiota -masculló Jeydon-.
- …y no sabías si decirle a ella o no. El punto es que no le dijiste. No sé si esté mal, la verdad. Me cuesta creer tu mala suerte. De las seis millones de personas que hay en el mundo, vos te encontras con el chico que le gusta o gustaba, como vos digas, a tu novia. Es… difícil. Además no sabes si ella se enojaría o no, si decidís no decirle.
- Yo creo que no -adivinó Jeydon-.
- Crees mal -dije, bastante molesta-.
Ellos giraron las cabezas para ver como Jane los miraba con cara de susto, y yo, algo enojada. Jack miró a Jeydon con cara de “oh, oh, te mandaste una cagada”.
Pero éste solo me miraba a mi. Vi las expresiones que cruzar por su cara: primero, sorpresa. Susto. Pánico. Más sorpresa. Algo de enojo. Tristeza. Y cara de “por favor, perdoname”.
Me di vuelta y me fui caminando lentamente, no pretendía escaparme. Solo podía caminar. No iba a llorar, ¿Qué sentido tenía, si no había pasado nada? De hecho, ni siquiera estaba enojada. No.
Estaba algo triste, yo extrañaba bastante a Justin, y saber que había estado tan cerca de mi y que no había podido hablarle no me parecía divertido. Pero tampoco para enojarse, no.
Cuando ya me había alejado unos cuantos pasos, me di cuenta de que Jeydon estaba yendo detrás de mí. No me apuré. No lo esperé. ¡Que me alcanzara!
- Por favor, perdoname. No fue mi intención lastimarte, o molestarte, o… lo que sea que haya hecho. De verdad. No pensé que fuera dolerte eso de esta forma.
- No, no estoy enojada, Jeydon -mi voz sonó hostil, pero yo no me sentía enojada ahora. Estaba neutra-.
- No necesito que me mientas.
- No estoy molesta, pero…
- Tenía que haber un pero -rezongó-.
- …tampoco estoy contenta -lo ignoré-.
Su cara se entristeció.
- No estoy enojada, insisto. Pero quiero estar sola un rato y reflexionar. Tal vez llame a Jane, mi única amiga mujer, ¿me das su número celular?
Él asintió en silencio, sorprendido, y me pasó el número.
- Genial, gracias JeyJey.
Él suspiró, aliviado. Creo que porque lo había llamado por su apodo, y eso significaba (según él) que todo seguía bien.
Nos despedimos con un beso, y me fui para casa, mi onda neutra y serena no se afectó para nada cuando escuché los gritos de mis padres. De hecho, no estaba segura de haberlos escuchado realmente. ¿O no estaban gritando?
Me acosté boca arriba en mi cama, necesitaba pensar a solas, en paz.

Capitulo 34, adelanto.

- ¿Hola?
- Hola, ¿Justin?
- Sí, ¿Quién habla?
- Hola, soy Liz. Eh… quería hablar con vos.
- ¿Conmigo? -preguntó con voz dulce, pero sorprendido-
- Sí, éramos mejores amigos, adoro hablar con vos, te extrañaba.
- Yo también.
Se hizo un silencio… que de cómodo tenía poco.

- Sí… ¿Qué decis si nos vemos mañana a las 8:00 para cenar en algun lado? -propuse-
- Dale, y podemos ir con Caitlin -dijo él, me ardió la sangre ¿con Caitlin? Ok, está bien-.
- Bueno -dije yo, ahora cortante-, pero entonces es justo que yo lleve a Jeydon, ¿no es así?
- Sí, cierto -dijo con el mismo tono que yo-.

1 comentario:

  1. Se supone q todavía no sé esa cosa q le quería decir Jeydon a Liz, no?

    ResponderEliminar