lunes, 27 de diciembre de 2010

Capitulo 48. Malas noticias.

A ver.. Creo que les debo unas disculpas: 1., porque hace mucho que no subo capitulo y dentro de bastante tiempo no voy a poder subir, ME VOY DE VACACIONES casi todo el verano y no tengo casi nada de tiempo. Y 2., por dejarlas con la intriga! JAJAJAJAJAJ. Estoy muy contenta de tener varias lectoras más y espero que les guste el capitulo. Pero... la intriga continúa. Ni sueñen con que les adelante algo.
Chicas, les quería volver a decir que no tengo casi nada de la 2 parte, solo el 1 capitulo, así que me van a tener que tener una paciencia infinita.

Capitulo 48

Malas noticias.

- Bueno… se hizo tarde -informó Jeydon cuando dejamos de reír-, no es que me agrade mucho la idea, pero tenemos que volver a casa.

- Creo que tiene razón… vamos -dijo Just-.

- ¿Te llevo? -me propuso Jey-

- Si podes…

- Sí, sí.

Estábamos ahora como en dos conversaciones diferentes. Yo miraba a Jey, Jey me miraba a mi. Cait miraba a Just, Just miraba a Cait.

- Cait… ¿Vos queres que te lleve?

- Claro, gracias.

Los cuatro dimos vuelta la cabeza, para mirarnos unos a otros.

- Chau, chicos -dijo Cait-. La pasé muy, pero muy bien hoy con ustedes. Tenemos que repetir esto.

- Definitivamente -confirmé-. Estuvo divertido.

- Sí…

- Bueno, chau.

- Chau -yo y Jey hablamos a coro-.

- Chau.

Nos fuimos caminando hacia el auto.

- Te tengo que decir algo -dijimos al unísono, y después reímos-. Decime vos. No, vos -seguimos todavía hablado juntos-.

- No, no, dale vos.

- No, yo espero. Hablá vos.

- Bueno… Ay, Liz. Esto cuesta. Te quiero mucho, ¿no? ¿Lo sabes? -asentí con la cabeza: ese comienzo era preocupante- Bueno… no quiero que estemos más juntos -eso, simplemente, rompió mi corazón-. Vos acabas de ver a Justin, y… esto es incómodo. No quiero sufrir, no quiero que él sufra, y, mucho menos, no quiero que vos sufras, por nada del mundo. Entonces lo mejor va a ser terminar hasta que tomes una decisión, porque si lo elegís a él, y tenes que terminar conmigo en el momento, va a ser horrible para los tres.

Cuando me di cuenta; estaba llorando.

- No llores, no llores -me tranquilizó-. Te quiero, está todo bien. Seguimos como amigos. Te quiero -me limpió unas lagrimas con un beso-, ¡mirá lo que hago! Esto significa que te quiero mucho, más de lo que te podrías imaginar, mi amor.

- Son lagrimas de sorpresa. Es que… estoy incrédula. No puedo creer que estes terminando conmigo, de verdad creí que me querías.

- ¿No me escuchaste? Sí que te quiero. Es que no quiero que te lastimes más. Para cuando tengas que elegir, estaremos mejor. Me lo vas a agradecer. A mi también me cuesta hacer esto, y mucho. Pero… es necesario.

- ¿Ne… necesario?
- Sí. Ya vas a ver.

- Entonces… ¿terminamos?

- Así parece…

- Entonces si queres podes no llevarme a casa, supongo que eso va a hacer que todo sea un poco más difícil.

Sonrió con ternura y me secó las lagrimas.

- No, sí quiero acompañarte a tu casa, seguimos amigos.

Estuvimos un rato en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos.

- Ya le dije a Justin -murmuré-.

- ¿Qué?

- Que le dije a Justin de esta situación que tengo que elegir.

- Ah. Mejor. Así que él ya sabe.

- Sí, y me dijo exactamente lo mismo que vos. Que bronca. Quería que se enoje, que me insulte. Ese apoyo que me dan me hace sentir pésimo. Más cruel todavía.

Me dio un besito en la coronilla.

- ¿Eso es lo que me querías decir antes?

- Sí.

Llegamos hacia donde estaba el auto, y él empezó a manejar. Todo el camino fue desesperantemente silencioso.

- Acá es. ¿Te acordas?
- Como olvidarlo -sonrió-.

No pude evitar reír.

Me sorprendió (y asustó también) el extremo silencio que había en la casa. No era muy tarde. A esa hora se suponía que seguían gritando.

Entré sola, me pareció mal pedirle a Jey que entre porque estaba asustada de mi propia casa.

Nos despedimos con un “chau” y un beso en el cachete.

Noté que él también estaba algo sorprendido por el silencio. No escuché su motor arrancar ni cuando se metió en el auto, ni cuando cerré la puerta, ni cuando fui escaleras arriba.

En mi cuarto hoy un llanto acallado.

- ¿Puedo pasar? -toqué la puerta-.

- Pasa -escuché la voz triste de mi hermano, y eso hizo que me preocupe más. Él nunca dejaba que lo vieran llorar, pero pude notar que ahora lo hacía-.

Empujé la puerta y la imagen era triste, pero conmovedora.

More le apoyaba la cabeza a Pe en el hombro y este la rodeaba con el brazo.

Cerré la puerta y corrí con ellos.

- ¿Qué pasó, chicos? -no hubo respuesta- Ey, calma, no puede ser tan terrible -me lo decía a mi misma, ¿qué estaba sucediendo?-, cuentenme.

Ellos se miraron y More explotó de nuevo. No podía ni hablar.

No supe si por la desesperación, o la impotencia, o la tristeza de verlos mal, me largué yo también.

- ¿Qué pasa, chicos? ¡¡Díganme!!

- Mamá y papá…

- ¿Qué pasa con ellos?


Capitulo 49, adelanto.


Subimos las escaleras.

Ellos seguían allí. Por el rabillo del ojo, vi que Jeydon se moría de vergüenza, y que More y Pe, me miraban algo sorprendidos.

¡No! Ellos no sabían nada sobre mi nuevo novio. Después de Justin, no les había contado nada. Oops… Se me había pasado por completo.

- Hola…

- Hola.

- Lamento mucho esto… -Jeydon quería que la tierra se lo tragase-


El siguiente silencio fue interrumpido por More.

- Perdón, chicos, pero quiero ir a dormir, no doy más. Demasiadas noticias sorprendentes para un solo día -rió-. Es en serio. Voy a dormir.

Se levantó y caminó hacia el cuarto que compartía con Pedro.

2 comentarios:

  1. NO LO PUEDES DEJAR ASIIII!!!!!!!!! es anti-moral
    que les pasa a los padres???????? Quiero el proximo
    PD: FEliz NAvidad atrazado :P

    ResponderEliminar