Capitulo 41. Tal vez mi corazón es mudo.

Capitulo 41
Tal vez mi corazón es mudo.
- No es gracioso, me van a volver loca. ¿Cómo se escucha al corazón? Creí que eso solo pasaba en las películas -resoplé-. Tal vez mi corazón es mudo.
El volvió a reír, pero dejo de hacerlo rápidamente.
- ¿Qué pasa? -le pregunté-
- No, no es nada -sus ojos estaban en el infinito y estaba serio-. De verdad.
- Sí, claro. No nací ayer. Sé perfectamente que te está pasando algo y quiero que ya mismo me digas qué -ordené-. Por favor.
- Te vas a poner mal si te lo digo.
- No interesa. Yo hice que vos te pongas mal, es justo.
- Liz…
- No seas necio.
- Está bien. Estaba pensando que… no sé si podría vivir sin vos, sinceramente. Te convertiste en algo muy importante para mi, un órgano vital, mi corazón.
Esta vez, yo tragué estruendosamente.
- No te lo tenía que decir -murmuró entre dientes y miró al piso-. Lo sabía.
- No, no, está bien. Estoy bien.
- No es cierto.
Le levanté la cara y lo miré a los ojos.
- Estoy bien, y te quiero. Tengo que hablar esto con Justin también, pero no va a ser mañana y mucho menos hoy. Después de que salgamos los cuatro le digo, ¿sí? Para no hacerlos sufrir esperando a ver a cual elijo.
- Cuanto antes mejor, creo…
- Sí.
Me pasó los brazos por la cintura y me besó. No supe si era como un beso de despedida, o para aprovechar, o porque lo necesitaba o qué. Pero tenía un gusto triste, deprimente. Creí sentir algo húmedo en mi mejilla. Me separé del beso.
- ¿Qué pasa?
- ¿Qué?- ¿Por qué lloras? -preguntó-
- ¿Soy… yo? Oops… no sabía. Pensé que eras vos.
Él rió.
- Ay, Lizzie -sacudió la cabeza, como resignado-.

Capitulo 42, adelanto.

- Perdón… -susurré y, dejándome completamente sorprendida, él rió- ¿Qué pasa?- Nada. No quiero que te sientas mal, elijas a quien elijas -se había puesto serio-. Ni aunque a nosotros nos duela, ¿sí?
- Perdón, pero no puedo decirte eso. Nunca voy a perdonarme el estar haciéndoles tanto daño ahora.

- ¿Liz, Jack, estan bien, chicos? -preguntó Jey desde lejos, a los gritos-
- Sí -reí-.
- Perfecto -confirmó Jack-.
- ¿Se volvieron locos? -preguntó Jane-
- Sí -respondimos al mismo tiempo y volvimos a explotar-.
- Ok, genial -rieron-.